jueves, 19 de enero de 2017

5 hábitos para quitar un dique del aprendizaje


El estrés no siempre tiene síntomas evidentes; generalmente, lo experimentamos” cuando somatizamos” algún problema o cuando, por ejemplo, no podemos dormir, pero lo cierto es que puede aparecer” en cualquier momento o circunstancia.

Lo que sí sabemos que si estamos estresados podemos cometer errores que luego nos cuesta trabajo corregir, no importa si es en el ámbito laboral o en el personal; a veces reaccionamos” ante situaciones adversas que, sin estrés, no tomaríamos” de la misma forma.

Por eso, aunque todo aprendizaje en materia de desarrollo humano, siempre es producto de una práctica constante, como cuando estudiamos para aprender otro idioma o para tocar la guitarra, hay algunas herramientas que pueden ayudarnos a salir rápido del problema.

En este caso, lo que hará que podamos combatir” el estrés en un tiempo mínimo, será la práctica de algunos pasos que hoy quiero compartir contigo; pero recuerda siempre nuestra recomendación general -la que incluso damos a nuestros amigos que aprenden inglés con nosotros-: la práctica hace al maestro.

Acompáñame entonces revisar estas sencillas pero efectivísimas acciones que te mantendrán con un nivel bajo de estrés y que, por ende, te permitirán un mejor desempeño en todos los ámbitos de la vida, incluido el aprendizaje -que es el que nosotros.

1.- Tómate un tiempo para levantarte. No me refiero al clásico cinco minutos más, por favor”, sino a abrir los ojos, respirar profundamente, estirarte con cuidado -recuerda que estás frío”- y sentarte tras uno o dos minutos de haber abierto los ojos.

Ya sentado, tómate otros dos tres minutos para espabilarte” y cuando pone de pie sin correr”; ¿qué sucede comúnmente? Que cuando suena el despertador, corremos” a apagarlo” es como si sonara el disparo de en-sus-marcas-listos-fuera: empezamos a cabalgar contrarreloj. Hay que eliminar esa parte. De ser necesario, pon tu despertador cinco minutos ante de la hora acostumbrada.

2.- Hay quienes despiertan” con un buen baño de agua fresca o tibia. Esto ayudará a la circulación, más si te tomas el tiempo suficiente para relajarte mientras te duchas. Si prefieres una taza de café, recuerda que pasan unos 20 minutos antes de que funcione” el aditivo. Si mientras tanto lees algo motivador, la combinación será casi perfecta.

3.- Quizás sea inevitable que, con la conciencia” ya de estar completamente despierto, algunos de los pendientes” vengan a tu mente; identifica bien cuáles de esos pensamientos te generan emociones como preocupación, ansiedad, inquietud, incomodidad. En ese momento no los resolverás ¿estás de acuerdo? Míralos como si fueran objetos, como si fueran nubes que están pasando por tu mente. Piensa sólo una cosa: uno por uno y todo a su tiempo. Paso a paso. Estas tres pequeñas cosas, reducirán su carga negativa.

4.- ¿Tienes música que te inspire o te relaje? Mientras te arreglas o tomas el restodel té o café, ponla y hazla parte de la atmósfera; esto hará que tu mente se relaje aún más y vaya llenándose de positividad.

5.- Puede resultar incluso raro” para algunas personas, pero sentir ciertos aromas puede ayudar a que la mente se relaje; por ejemplo, una flor. Si en tu jardín tienes alguna, pues tómala y aspira lentamente. ¡hey, no la pegues tanto a tu nariz! Sólo lo suficiente para que puedas sentir su amora.

El mayor beneficio de todas estas acciones es confiar en lo positivo que traen; están probadas, muchos incluso las hacemos sin reparar en ellas; por eso, la clave hoy será ser mucho más conscientes de lo que realizamos en el momento en que lo hacemos y pensar algo: es únicamente por nuestro bien, para que nos vaya mejor.


Lo demás, llegará “caminando” ¡Mucho éxito!

No hay comentarios:

Publicar un comentario