jueves, 26 de enero de 2017

La musicoterapia nos mueve


Es común que preguntemos a quienes vemos resolver algún problema que se nos antojaba difícil cómo llegaron a la solución y, sobre todo, qué tipo de sabiduría los ayudó a encontrar la luz en medio de la oscuridad.

Aunque hay que decir que un mismo problema siempre lo verán de diferente manera diferentes personas, cuando se coincide” en que un problema es difícil de resolver y se resuelve, la primera pregunta es ¿cómo?

Para quienes hemos utilizado la musicoterapia, no es rara la pregunta; a veces incluso con incredulidad, máxime si en algunos casos los problemas resueltos con esta disciplina se remontan” a -por mencionar algunos pocos ejemplos- a enfermedades, problemas personales, emociones desbordadas -negativas, claro está- e incluso crisis existenciales.

Pero, como también solemos decir, no es un secreto: lo que en realidad sucede con la musicoterapia, específicamente la humanista, es que nos permite una inusitada conexión con nosotros mismos, con nuestras sensaciones, emociones y sentimientos, incluso los que desconocemos”.

¿Y por qué esto resulta de vital importancia? Porque la principal causa de muchos de estos problemas”, de nuestros conflictos y tensiones, es precisamente que no nos interiorizamos”, que no nos comunicamos” con nosotros mismos, con lo que realmente somos.

Y es aquí donde la musicoterapia nos ayuda…

La musicoterapia humanista emplea el poder del sonido y la música para vincular al  paciente en una relación significativa y profunda con su sabiduría organísmica, con la fidelidad de un desarrollo del potencial humano y de conciencia de sí mismos”, dice el experto Víctor Gabriel Muñoz Pólit, en su artículo ¿Qué es la musicoterapia humanista?

Y añade nuestro experto consultado que la relación se establece en el “ámbito psicoterapéutico”, lo que permite a las personas llegar hasta el lugar de la mente en donde no sólo mora (habita) la complejidad de su naturaleza humana” sino también la solución o capacidad de sanarse.

La pregunta cabe en este preciso instante: ¿cómo se relaciona todo esto con nuestro proceso de aprendizaje? En realidad, la respuesta es mucho muy amplia, pero diremos que hay literatura que puede ayudarnos a comprender perfectamente todo el proceso. Por ejemplo el libro El poder de la música en el aprendizaje”, de editorial Trillas, escrito por Ernesto Erdmenger Orellana y Gilda Waisburd.

Nosotros, más que expertos, somos prueba fehaciente de esta relación directa entre música y aprendizaje: gracias a esta magnífica mancuerna muchos de nosotros pudimos romper con esquemas que nos impedían el aprendizaje de idiomas.

Muchos pensábamos que éramos casos raros, y que nunca podríamos aprender otro idioma, pero nos equivocamos. Gracias al poder relajante de la música, pudimos abrir nuestra mente a un conocimiento efectivo y práctico, y por eso recomendamos Natural English.

Entonces, la Musicoterapia humanista se basa en modelos psicoterapéuticos de los que toma sus fundamentos y técnicas que la enriquecen, y esta riqueza pasa directamente a quienes deciden probar este camino para alcanzar el éxito en todos los aspectos de la vida, incluida la salud física y mental.

Entre otros logros, lo que alcanzamos con la musicoterapia es adentrarnos a nuestra mente para detectar todas las conductas, hábitos, ideas, costumbres que por razones a veces inexplicables se han puesto de tal forma que nos dificultan el bienestar.

Digamos que la musicoterapia servirá para, como una fórmula química, ir disolviendo esa gruesa capa” que no nos deja traspasar hasta esos lugares de la mente que incluso nos permiten pensar mejor y con más claridad.

No en vano, esta gruesa capa” se me figura el caparazón de una tortuga, del que casi nunca podemos ver lo que hay dentro de nosotros aunque nosotros lo tengamos, aunque esté en nuestro cuerpo, aunque nos pertenezca”.

Y quiero aprovechar el símil para preguntarte algo finalmente y dejar la reflexión sobre lo que esta gruesa capa” nos hace a cada uno de nosotros: ¿por qué la tortuga camina tan lenta y dificultosamente?


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