Has visto alguna vez a un compañero de trabajo o de escuela que
trabaja horas extra, que se desvela con frecuencia, que dispone (por decisión
personal) de poco tiempo para pasarlo con su familia o amigos?
¿Te ha tocado algún cambio fundamental o estructural en el
trabajo como el uso de una nueva tecnología o nuevas herramientas que cambian
la forma de trabaja que por muchos años se ha ejecutado?
O bien, ¿te tocó
estar o formar parte de la generación de estudiantes que tuvo que “vivir” una “reforma” en las
materias de estudio debido a la evolución en el mercado de trabajo?
¿Qué tal tu domingo en casa? Tuviste
una sobrecarga de trabajo doméstico
por una limpieza profunda... pintar, reparar, o ayudar a que papá o mamá
hicieran de la casa un lugar menos “congestionado” para transitar entre
un área y otra?
¿Te tocó la
mudanza del negocio que tienes a tu cargo, y eso implicó horas de trabajo, de
traslados, de coordinación de
recursos humanos, de pérdida
de tiempos y recursos por los errores comunes de una actividad como ésa?
¿Tuviste una racha de “reclamos” porque trabajas en una empresa de servicios y “lidiar” con clientes “difíciles”
fue el pan de este día?
¿Imaginas cuánto
estrés se juntaría si
pudiéramos “unir” o “sumar”
todo lo que se genera con este tipo de actividades? Porque, además, tendrían
que sumar todo el estrés de
todas las personas que participan en ellas.
Aunque no en todos los casos se trata de actividades “empresariales”, entendidas como
comercialización de un bien o servicio, es un hecho que estamos ante lo que se
llama “estrés laboral o empresarial”.
¿Por qué?
Sencillamente porque el estrés
no conoce límites, y se encuentra en todas partes, incluso porque hay quien
dice incluso que es positivo. No lo dudamos, pero en situaciones en las que
requerimos concentración, el estrés
no es el mejor compañero.
El ‘hilo’ que
divide el estrés “común y humano” del que deja de serlo es muy delgado y con altas
probabilidades de romperse y dejarnos en situaciones difíciles. El reto es
identificar esa “frontera” y anticiparnos a esos
cambios que pueden generarnos más problemas y mayor estrés.
En Natural English, nuestro interés no radica sólo en el aprendizaje del inglés sino en reconocer esos obstáculos que
nos impiden la adquisición de conocimientos en cualquier ámbito de la vida. Por
eso nos gusta compartir contigo todo esto para que estés alerta y puedas librarte.
Si bien es cierto, muchas de estas actividades y situaciones
son inevitables, preverlas y planearlas pueden ayudar a que el estrés no sea negativo. Además, es
importante que sepamos que durante las situaciones estresantes o después de ellas, es un poco difícil
entrar en procesos de aprendizaje.
Por eso es importante tener siempre momento de esparcimiento,
de descanso, de relajación antes de entrar a esa parte en que la requerimos de
todos nuestros recursos (llámense sentidos o atención) para adquirir
conocimiento.
Natural English comprende todas estas situaciones actuales y es
por eso que entre nuestras herramientas empleados todas aquellas que nos
eliminan los obstáculos para llegar a la meta (y a la mente): el dominio pleno
del idioma inglés.
Para comprobar lo que te decimos, basta con dos pruebas:
escuchar los testimonios de quienes han aprendido con nuestro método y venir a probarlo, en ningún caso te
arrepentirás y sí obtendrás grandes resultados.
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