miércoles, 29 de marzo de 2017

Buscar la zona de éxito

Hay cosas, emociones, situaciones, personas, lugares con lo que estamos ‘casados’, y no me refiero necesariamente al concepto de matrimonio legal, sino al hecho de que estamos ‘hasta lo último’ con ellas y no queremos desprendernos.

Pasa con la llamada ‘zona de confort’, ese lugar en donde muchos hemos estado, nos lo han dicho, pero simplemente no lo queremos ver y, por tanto, suele convertirse en problema porque hay ocasiones en que nos impide tomar alternativas que pueden resultar muy buenas para nosotros.

La llamada zona confort es ese lugar” en donde no somos capaces de ‘exigirnos’ más, donde pensamos que lo tenemos todo asegurado, donde creemos que tenemos suficiente de todo: amor, comprensión, dinero, y por qué no: talento y admiración.

Este concepto, hay que decirlo, no es nuevo; en realidad, nació en a principios del siglo pasado cuando expertos encontraron una relación directa entre comodidad y nivel de desempeño.

El ‘problema’ es que es precisamente todo lo contrario, es decir, los retos, la acción, el buscar crecer, lo que nos hace evolucionar, desarrollarnos.

Lo que necesitamos es generar optimismo, activarnos, para estar siempre alertas frente a los problemas y tener a motivación para actuar en cualquier circunstancia y decir el clásico ‘mañana’, cuando se trata de hacerlo hoy mismo.

Es frecuente escuchar que hay mucha gente que trabaja mejor bajo presión y prefieren ir hasta el último momento” para actuar, lo dejan todo a lo último; pero lo que no saben es que esto genera una cantidad de estrés que daña su cuerpo, y le genera males psicosomáticos.

No falta quien ‘se acostumbra’ a esta dosis excesiva de ansiedad y siempre buscar hacer las cosas así, de tal modo que aunque le ofrezcan otra forma de actuar siempre preferirá” hacerlo de la misma forma y, sin querer, volver a estar en una zona de comfort.

Tarde o temprano, esto puede generar crisis de ansiedad, dolores de cabeza, hipertensión, cardiopatías, desórdenes digestivos y dolores crónicos incluso inexplicables; eso si bien nos va, porque puede haber casos más extremos.

Y no se trata de asustar, aunque parezca. Tan sólo quiero que sepas que esa razones que a veces damos para no querer cambiar pueden resultar mucho muy negativas, aunque uno se sienta bien donde está, por eso precisamente le llaman zona de comfort.

Y precisamente por eso es peligrosa, porque no somos capaces de ver lo negativo.

De repente empezamos a actuar reaccionariamente, a sentir molestia, enojo, frustración, y pensamos que es porque en el trabajo no nos dan lo queremos, no nos comprenden o porque simplemente ‘el día está nublado’.

No es raro escuchar, sin embargo, opiniones favorables como: Estoy bien así y dicen que si uno se siente bien ¿para qué cambiar?”. Pero este tipo de pensamientos ha llevado a más de uno a la depresión.


El experto Brené Brown dice que uno de los peores errores que cometemos los humanos es negar nuestros miedos e inseguridades, así que tenemos que enfrentarlos, pues sólo de esta forma podremos construir una vida sin quejas y autoconmiseración, y enfrentando retos, que es lo que nos hará crecer.

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