Un buen amigo siempre decía: ‘No es lo mismo estar sólo que
estar a solas’, la diferencia, explicaba, es que en el primer caso, es una
percepción, una sensación, un sentimiento. El segundo es una decisión que nos
permite pasar tiempo con nosotros mismos.
Además, en realidad, uno nunca está completamente solo: las
personas está ahí, cerca,
aunque no las veamos, aunque ése
es tema de otro post; lo que cuenta hoy es que la soledad, bien ‘servida’, bien tomada, puede resultar benéfica como cualquier actividad
positiva por sí misma a la que le sacamos el mayor provecho.
No está de más decir que estamos en una era en que el contacto
social es mayor, aunque no es físico;
generalmente se da a través
de redes sociales virtuales, gracias a la tecnología. Pero estamos en medio de
conversaciones constantes, de grupos de trabajo, de intercambio frecuente de
información.
Así que el contacto social es intenso, y entre trabajo,
reuniones y actividades familiares, además de reuniones con la gente que nos
rodea, ¿te acuerdas cuándo fue la última vez que pudiste tener un ‘contacto’ con tu ‘yo’ interno sin que un mensaje de
celular te interrumpiera?
Por supuesto, se trata de darse momentos, no aislarse
completamente durante mucho tiempo, porque el tener espacios para nosotros
mismos nos puede ayudar, según los expertos, de varias maneras.
Para empezar, las personas que tienen mucho contacto con
personas durante mucho tiempo, tienden a desarrollar más estrés porque tratan con diferentes personalidades,
y deben siempre estar en constante adaptación, así que tomarse tiempo para dar un paseo con un mismo siempre
ayudará a ‘recargar’ energía.
Independientemente de la personalidad -si se es extrovertido o
introvertido-, el estar con uno mismo ayuda a aclarar la mente, a pensar con
más claridad en cualquier asunto que tengamos en la mente. Además, si estamos
en situaciones desestresantes como frente al mar y contemplamos el paisaje,
incluso oxigenaremos mejor el cerebro.
Es cierto que estar rodeados de personas siempre motiva y
estimula la creatividad, pero también
es cierto que en la soledad uno es capaz de conectarse mejor con las ideas, con
la propia creatividad y también
surgen proyectos importantes y grandes empresas.
Como en todos los casos, se cree que los jóvenes que pasan
mucho tiempo solos son más propensos a deprimirse, y es cierto que en algunos
casos el ‘aislamiento’ no es lo más recomendable en edades en las que ‘lo natural’ o común sea el ‘salir’ y hacer amigos. Sin
embargo, los jóvenes que tiene más tiempo -moderadamente- consigo mismos, tiene
menos tendencia a la depresión.
Aún en las actividades que se pueden hacer solos, hay personas
que comparten gustos, por ejemplo, la lectura; así que, aunque se trata de
estar solo de vez en cuando, no está mal compartir ciertas actividades como
pasa con la meditación, el yoga o incluso la lectura. De cualquier modo, el
asunto es encontrarse con uno mismo.
Actualmente, hay casos de empresas exitosas que, antes de
encontrar la sinergía, antes de ‘unir’ las piezas de un proyecto
grande, procuran que cada uno de sus creativos trabaje solo, a fin de que
explote al máximo su individualidad y, luego, unida al conjunto sea haga un
verdadero trabajo en equipo.
Como ves, estar a solas no es malo si se hace con la conciencia
de que se busca algo positivo y de que se quiere conectarse con lo más profundo
de uno mismo. Haz la prueba, y verás que nos siempre la soledad es tan mala
consejera.
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